Desde el inicio, la falta de regularidad ha sido uno de los principales problemas que ha afrontado el equipo. "Nos hubiese gustado firmar alguna victoria más porque creemos que el equipo tiene potencial para ello, pero algunas circunstancias han complicado el desarrollo de la temporada", explica. Entre esas circunstancias, la presidenta menciona dificultades para consolidar un bloque estable, la falta de continuidad en el rendimiento y algunas lesiones que han afectado la dinámica del grupo. 

Además, destaca que se trataba de una campaña de transición, en la que el club ha seguido apostando por la mejora constante y la formación. A nivel deportivo, la irregularidad ha sido uno de los principales escollos para el equipo. "Nos ha costado entrar en algunos partidos, no hemos sido constantes y no hemos encontrado el estilo de juego que buscábamos", admite. Sin embargo, la incorporación de jugadores jóvenes y el paso adelante de algunos miembros de la plantilla ha permitido cerrar el curso con mejores sensaciones. "El rendimiento en la Copa, donde fuimos anfitriones, demostró que podemos competir bien".

A pesar de los resultados adversos, la presidenta elogia el esfuerzo del equipo: "No dudamos de que han dado lo mejor en cada partido. La plantilla siempre ha querido hacerlo bien, ayudarse y dar un buen espectáculo, sobre todo delante de nuestra afición". Con este espíritu, la temporada servirá de aprendizaje para la próxima campaña.

Más allá de los resultados, el club mantiene una filosofía centrada en la formación y el compromiso con los jugadores. "El ambiente dentro del vestuario, ya sea en la cantera o en el primer equipo, debe estar por encima de los resultados", enfatiza la presidenta. "Queremos que nuestros jugadores se diviertan, aprendan y, sobre todo, quieran seguir jugando con nosotros por valores que van más allá de lo deportivo".

Uno de los retos de la entidad ha sido lidiar con la captación de talentos por parte de otros clubes. "Es complicado trabajar cuando hay equipos constantemente intentando llevarse jugadores de nuestra cantera. Nosotros apostamos por una filosofía en la que cuidamos a las personas para entrenar a los deportistas en busca de su máximo rendimiento", explica con convicción.

Con la vista puesta en la próxima temporada, la presidenta ya tiene claro cuál es el camino a seguir: "Queremos recuperar la estabilidad y formar un bloque de jugadores que permanezcan juntos durante dos o tres años. Eso nos permitirá trabajar los roles, desarrollar capacidades y mejorar la competitividad en los resultados". La hoja de ruta del club es clara: consolidar un proyecto que mantenga viva la pasión por el baloncesto en la ciudad. "El objetivo es seguir creciendo y que nuestra ciudad siga ilusionándose con este deporte", concluye. A pesar de las dificultades, el club afronta el futuro con determinación y con la certeza de que el trabajo constante dará sus frutos en las próximas temporadas.