Diego Jesús Lavado Martínez (Almendralejo, 1975) es entrenador de UBA Almendralejo. Sin embargo, es mucho más que eso. Es un hombre de club que ha dedicado la mayor parte de su vida al baloncesto.
Pregunta: Prácticamente toda la vida disfrutando del baloncesto en Almendralejo. ¿Qué te anima a seguir al pie del cañón tres décadas después?
Respuesta: Mi pasión por este deporte sigue intacta. Es verdad que pasan los años pero todavía no he tenido esa sensación de estar agotado mentalmente. De hecho soy de los que piensa que el día que me cueste un esfuerzo enorme salir de mi casa para ir a entrenar es cuando me plantearía abandonar este deporte. Cada temporada es un reto diferente, lleno de desafíos y motivaciones para hacer en mi casa, en mi club de toda la vida y en mi pueblo, Almendralejo, con mis amigos, con mi gente, hace que me enorgullezca de haber crecido en este club. A día de hoy sigo fuerte, con ganas, muy entero y con ánimos para continuar.
P: Has ocupado prácticamente todos los cargos que podías ostentar en el club. ¿Disfrutas más en la pista, en el banquillo o en el despacho?
R: Todo cargo baloncestístico en este caso, tiene su parte bonita y atractiva. He sido Director Deportivo, ahora Presidente, entrenador y jugador (todo me encanta), aunque admito que soy entrenador por vocación, siempre quise serlo y ya de pequeño me veía estando al frente de un equipo. Todo lo que he hecho a lo largo de mi vida dentro de este deporte, lo he hecho con pasión y dando el máximo en cualquiera de las funciones que tuviera. En todos estos años he aprendido muchísimas cosas: administración de club, dirección, gestión de eventos, gestión de patrocinadores… No voy a decir que soy un experto pero he aprendido, he disfrutado y me he relacionado con tanta gente que solo puedo sacar aspectos positivos de toda mi experiencia acumulada. Por supuesto siempre acompañado por un brillante equipo de trabajo, formado por chavales jóvenes con ganas de hacer cada vez mejor nuestro club.
P: UBA Almendralejo no aparece en una Final Four desde la celebrada por el título de Liga en La Granadilla, en 2016. ¿Consideras obligatorio acceder este año o más bien piensas que es un premio?
R: Supongo que muchos de los que estamos y seguimos esta Primera División Nacional pueden pensar que porqué el UBA ha desaparecido de los favoritos a disputar los títulos. Cada año es diferente, hay equipos que se refuerzan muy bien y otros bajan su nivel. Hay equipos que tienen plantillas cortas y si sufren lesiones durante la temporada se quedan muy mermados. Nuestra trayectoria en estas últimas dos temporadas ha sido un poco de todo lo comentado. Pero podemos decir que estamos muy satisfechos de nuestro nivel de competitividad, dando el máximo y por eso no tenemos ningún tipo de presión ni obligación, ni siquiera de frustración por no haber estado entre los 4 primeros clasificados. Nosotros sabemos lo que se cuece dentro de nuestro equipo y te puedo asegurar que estamos contentos y muy unidos como grupo. Por supuesto que queremos estar en la Final Four y luchar por el título, y puedo asegurar que mis jugadores entrenan para dar el 100% en cada partido. Así pues vamos a ser optimistas en esta temporada y ganarnos por derecho propio disputar la final del Campeonato y a la vez resultar un premio para el equipo.
P: Pese a que siguen llegando jugadores jóvenes al equipo senior, las referencias continúan siendo las mismas que en temporadas anteriores. ¿Cómo se presenta el relevo generacional en el club?
R: Deseamos tener en nuestro club jóvenes jugadores que quieran comprometerse a entrenar varios días a la semana y estar en esta competición, que es ideal para chicos de 18 o 20 años que terminan su etapa formativa. La dificultad que encontramos radica en que muchos de esos chicos que hemos ido formando años atrás en nuestra cantera, cuando terminan su etapa de Bachillerato se marchan a otras capitales o incluso fuera de Extremadura a iniciar sus estudios Universitarios y eso dificulta mucho el relevo generacional. A día de hoy tenemos un equipo con una media de edad alta y estamos trabajando para que ese relevo sea escalonado y podamos ir cumpliendo etapas. Llevamos tiempo trabajando en buscar jugadores jóvenes, incluso en poblaciones cercanas a Almendralejo, con proyección que quieran involucrarse en nuestro proyecto. Y por supuesto apostamos por el trabajo formativo de nuestros chicos de categorías inferiores. Ahí es donde está la clave del proyecto y donde esperamos que en poco tiempo se puedan ver los resultados.
P: ¿Qué te parece esta Primera Nacional 17/18?
R: Pienso que hay un gran nivel deportivo, con muy buenos jugadores, entrenadores y equipos muy bien trabajados, partidos muy competidos y de un gran nivel baloncestístico. Pero soy bastante pesimista a la hora de pensar en la continuidad de esta Primera Nacional. No sé por qué motivo no se da con la tecla para tener un proyecto de competición sólido en nuestra región. Un año hay 7 equipos, otro año hay 8, otro 6… equipos que aparecen y desaparecen y al final casi siempre estamos los mismos. Mi opinión es que una región con tantas ciudades de mucha tradición de baloncesto debe tener una liga de 10 equipos en la Primera Nacional y establecer un sistema de competición que atraiga a clubes, jugadores, patrocinadores, etc. Con ascensos, descensos o incluso premios. Alicientes que motiven verdaderamente y ahí sí que pediría a los responsables de la organización de las categorías Senior de la Federación Extremeña que trabajasen duro en ello, porque a mi parecer y conociendo un poco la competición y los que participamos, si seguimos en esta dirección, lamentablemente no le doy mucha vida.