Gonzalo Vázquez, entrenador del Primera Nacional del Bosco Mérida Patrimonio de la Humanidad Carpas de la Marta, hace un balance positivo de lo que ha sido hasta ahora la campaña, con una filosofía centrada en el trabajo diario y la constante superación
Con la temporada regular a punto de terminar, Gonzalo Vázquez, entrenador del Primera Nacional, explica que "las sensaciones son buenas, intentamos trabajar la linealidad durante toda la competición para que los estímulos, tanto positivos como negativos, nos afecten de la forma adecuada." La principal clave para Vázquez ha sido un enfoque equilibrado en el que los resultados son la consecuencia de un trabajo diario constante, independientemente de los altibajos que se presenten a lo largo de la temporada.
Uno de los mayores desafíos ha sido la adaptación continua a los cambios en la plantilla. Con incorporaciones y salidas de jugadores durante la campaña, el equipo ha sabido mantenerse unido y resiliente. "Creo que se ha convertido en nuestra principal virtud, saber estar juntos ante cualquier adversidad y dar siempre la mejor respuesta posible", explica Vázquez. Jugadores como Corchu, Miguelito, Víctor, Carlos, Vigario y Gallego han sido fundamentales para mantener esta cohesión.
El equipo ha logrado consolidar un estilo de juego definido, con una ofensiva dinámica y rápida. "Intentamos ser lo más ordenados posibles y como siempre les digo a ellos: 'pequeñas cosas bien'", señala Vázquez, destacando la importancia de la ejecución precisa en cada acción. En cuanto a la defensa, el entrenador hace hincapié en la dureza y el control, con un énfasis claro en evitar que el rival tenga más de una oportunidad de anotar, dándole mucho valor al scouting. "La actitud defensiva es nuestra principal seña de identidad", asegura.
Los ajustes tácticos, aunque pocos, se han centrado en adaptarse a las necesidades de cada encuentro. El trabajo en equipo, la cohesión y el conocimiento mutuo entre los jugadores de diferentes nacionalidades y culturas ha sido esencial. "Que ellos se conocieran y supieran las virtudes del compañero para explotarlas y al mismo tiempo reconocer dónde flaqueábamos individualmente", destaca Vázquez.
El ambiente dentro del vestuario es otro de los pilares del éxito del equipo. "Es un ambiente de trabajo muy serio, pero muy agradable y sano", comenta el entrenador. Agradecido por el compromiso de todos los jugadores, Vázquez menciona el papel clave de Miguelito, el capitán, quien asume el liderazgo y la responsabilidad dentro y fuera de la cancha. "Todo pasa por él", afirma. Además, el equipo cuenta con figuras como Sánchez y Vigario, los más jóvenes (cadete y junior), quienes aportan frescura y energía al grupo, así como con jugadores como Carlos, cuya "gracia extremeña" se convierte en un elemento clave para que los entrenamientos sean más amenos. "Todos son buenas personas, creo que se aprecian, se quieren y cada uno aporta al grupo su personalidad. Tenemos un ambiente de trabajo serio con el mono de trabajo todo el día, pero muy agradable y sano", asegura el técnico.
Uno de los momentos destacados de la temporada ha sido la posibilidad de enfrentarse a equipos como el BCB, que baja jugadores de Tercera FEB para jugar estos encuentros. Vázquez valora positivamente estos partidos, ya que considera que "suben el nivel de la competición" y les permite seguir creciendo como equipo. "Nos motiva, nos hace trabajar para ser mejores. Siempre nos gusta enfrentarnos contra los mejores jugadores y si estos asumen una cantidad de minutos importantes en una categoría superior, pues mejor que mejor", expresa el entrenador, quien subraya la importancia de medirse a los mejores para mejorar y seguir superándose.
La temporada también ha tenido sus momentos difíciles, como la reciente lesión de Papi, el base senegalés, quien sufrió una fractura de peroné. Sin embargo, el entrenador se muestra optimista, asegurando que este tipo de adversidades son parte de la dinámica de trabajo del equipo. "Toca adaptarse a esto tal y como llevamos haciendo toda la temporada, ante cualquier adversidad", afirma, con la firme convicción de que estos momentos solo los hacen más fuertes. Además, aprovecha para "desearle una pronta recuperación".
De cara al final de la temporada, Gonzalo Vázquez tiene claro que siempre se puede hacer mejor. El trabajo diario, el control de los pequeños detalles y la superación constante son la base de su filosofía. "El afán de superación y hambre no nos faltan. Ser siempre nuestra mejor versión y superarnos es otra de las señas que tiene este equipo", asegura.
Finalmente, el objetivo para el equipo sigue siendo claro: el ascenso a Tercera FEB. Vázquez y su cuerpo técnico trabajan sin descanso para preparar a los jugadores tanto física como mentalmente. "Trabajamos todos los días para ello, controlando el trabajo diario de nuestros jugadores, desde la fuerza en sala hasta la alimentación y el acompañamiento individual", concluye. El esfuerzo colectivo y el compromiso de todos son la clave para alcanzar esa meta, que está cada vez más cerca.
Con una temporada llena de desafíos, pero también de crecimiento y aprendizaje, el equipo de Gonzalo Vázquez se encuentra a punto de hacer realidad un sueño: el ascenso a Tercera FEB. El camino sigue, pero el trabajo no cesa. "A seguir y a por todas", concluye el entrenador, con la mirada fija en el horizonte.