En la mañana del sábado se celebrará en el pabellón Juan Serrano Macayo de Cáceres la I Convivencia de Baloncesto Inclusivo, promovida por el club Sagrado Corazón junto a la Asociación Down Cáceres, CP Bosco Mérida y Down Mérida, con el objetivo de jugar a baloncesto de forma inclusiva entre niños y niñas con síndrome de down y sin él.

La convivencia busca "ir un paso allá en la inclusión y en lo que conocíamos como deporte inclusivo, y en ella los niños y niñas con esta discapacidad jugarán mezclados junto a los que no la tienen, a diferencia de hacerlo de manera segregada, como venía siendo normal", cuenta Andrés Talavero, gerente de Down Cáceres.

Los equipos mixtos que disfrutarán de esta novedosa experiencia de inclusión serán el conjunto del Sagrado Corazón, promotor de la idea, y el formado por jugadores del club CP Bosco Mérida y los chicos y chicas de la Asociación Down Mérida. Se jugarán partidos de dos contra dos que ofrezcan a los jugadores y jugadoras poner en práctica lo que van aprendiendo en los entrenamientos, y aunque no se tendrán en cuenta los resultados la intención es transmitir a todos el carácter de la competición.

"Se trata de poner en práctica valores del baloncesto que a veces olvidamos como son la solidaridad, la cooperación, el espíritu de equipo. e involucrar al compañero con síndrome de down", dice Andrés, que cree que no existe nada parecido en la actualidad ya que en fundaciones como la de Estudiantes o la de Unicaja cuentan con equipos inclusivos pero separados del resto. Además, asegura que iniciativas como esta están consiguiendo que se formen lazos de amistad fuera de las pistas entre los jugadores y jugadoras del equipo inclusivo del Sagrado Corazón.

Desde el club cacereño se ha aprovechado para realizar una rifa de material deportivo para recaudar dinero -iniciativa de los chicos y chicas del equipo inclusivo- que se donará en favor de las víctimas de la guerra de Ucrania. Algunos de los participantes también leerán un manifiesto por la paz dentro de este pequeño proyecto que han llamado 'Canastas inclusivas por la paz'.